A veces nos preguntamos, porque no destacamos en nuestro trabajo, porque el otro tiene éxito y yo no?, porque al otro le hablan mas para trabajar?, una infinidad de cosas que pasan por nuestra cabeza al ver lo que los demás hacen y que nosotros quisiéramos, es muy fácil culpar al destino, a la suerte o a cualquier otro del éxito no obtenido, sin ver lo que tal vez estamos haciendo bien y valorarlo o mal y trabajar en ello. Me ha tocado sentirme así y sé que muchos han pasado por lo mismo, creo lo importante es darnos cuenta cuando tal vez el trabajo que estamos haciendo y nuestra actitud NO son lo suficiente para lo que queremos lograr. A mi forma de ver las cosas el peor error es decir ¨no tengo suerte, me corrieron, no me volvieron a llamar¨ porque eso es ser víctima y culpar a las circunstancias de nuestro presente sin hacernos cargo de nuestra realidad. Porqué no decir ¨¿Qué hice para que me corrieran?¨, ¨¿Porqué no me volvieron a llamar?¨, hacer una autoevaluación, sí reconocer lo que hacemos bien, pero poner atención a lo que no lo está y trabajar en ello.
No digo ser negativos y solo ver lo malo, pero cuando creemos que todo lo hacemos bien o todo lo sabemos, justo en ese momento dejamos de aprender, estancándonos con un ego hinchado, que sí tal vez nos funcione un tiempo, pero después llegara gente más preparada, con ideas nuevas y así quedaremos obsoletos.
Muchos o la mayoría queremos ser reconocidos por nuestro trabajo, cobrar miles por un peinado, que nos viajen todo el tiempo, trabajar con famosos, incluso tener algo de esa fama, pero realmente ¿nuestro servicio lo vale?
Hace unas horas platicaba con unos amigos que cuando estoy en shoot o filmación me da estrés salirme y que la grabación siga corriendo, porque años atrás en una campaña importante me paso que justo escogieron la foto final donde el pelo no se veía como yo quería y me frustro mucho, porque después la ciudad estaba llena de espectaculares con mi trabajo y a mi me gustaba a medias lo que veía. Tal vez era algo que solo yo notaba, pero cuántas veces nos dicen cuando a alguien mas no le gusta nuestro trabajo ¨Lo importante es que a ti te guste¨, a mi no me gustaba, tal vez eso paso porque no puse atención o me salí un momento y descuidé mi trabajo, por eso ahora prefiero estar ahí el tiempo que sea necesario y retocar cada que se requiera.
En mi experiencia me ha tocado trabajar con muchos peinadores y he sido cabeza de algunos desfiles y proyectos grandes estando a cargo hasta de 20 peinadores más, observando el trabajo de cada uno porque al final es parte de mi chamba checar que todo este como debe ser, me ha tocado ver trabajos de complejidad básica, mal logrados, con errores de principiantes. Y es ahí donde pienso, ¿Porqué si tenemos años de experiencia. no aprender de esos errores? ¿Acaso no son visibles? Y si lo son ¿Porqué no arreglarlos? Si ya estamos ahí y para eso nos pagan.
Sí hay veces que es muy cansado estar en llamados interminables, y por eso mismo considero que es mejor hacer bien un peinado desde el principio, dejarlo bien hecho y fijo, si es que más adelante no haremos cambios y no preocuparnos por estar retocando todo el tiempo. En el caso de recogidos, no hay razón por la cual se tenga que despeinar si está bien hecho y fijo desde un inicio, a menos que lo requiera en el caso de melenas sueltas, pero por ejemplo, cuando peinamos una novia tiene que verse perfecta toda la noche por eso se recomiendan los recogidos que no necesitan gran retoque y se tienen que mantener perfectos.
Cuando nos frustramos por algo que no nos gustó de nuestro trabajo y lo comentamos con alguien más, lo primero que nos dicen para consolarnos es ¨No te sientas mal, a todos nos puede pasar, es algo normal, tal vez ni lo noten¨ yo te diré algo diferente ¡SI HAZLO! FRUSTRATE UN MOMENTO, SIÉNTETE MAL Y TRABAJA EN CORREGIRLO, porque eso es lo que forma a la gente chingona, si no lo hacemos y no vemos esos detalles que están mal, NUNCA nos daremos la oportunidad de corregirlos para ser mejores y nuestro trabajo quedará en un término mediocre que al normalizarlo nos convierte en personas mediocres.
Aceptar los errores y aprender de ellos es una buena forma de superación profesional.